¿Has gritado al cielo alguna vez?
María te dice hoy: voy contigo ¿quieres venir conmigo?
Tienes alguien que te escucha, que te acompaña, que te entiende. María es de carne y hueso, fue niña y joven como tú, y te comprende, te ama y de su mano serás más fuerte.
Cuando las cosas se tuerzan ella te ayudará a darle la vuelta al cuento, y escribir una historia en la que triunfe el amor. María sabe que eso sucede, lo vio en la cruz de Jesús, allí no venció el mal sino el amor.
Y si intentan quitarte la voz, grita más fuerte: María es mi madre y agárrate a ella.
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