sábado, 28 de noviembre de 2020

I DOMINGO DE ADVIENTO


“Estad atentos, ¡vigilad!”,
Comenzamos el Adviento, tiempo gozoso de espera y preparación. Para que la Navidad pueda ser nuevamente vivida y celebrada, antes debe ser preparada. De otro modo caeremos en la tentación de “consumirla” entre sus rutinas y el fastidio por no cumplir las tradiciones normales de otros años. Por eso la clave está no en la fiesta sino en el Dios que viene a nosotros. Así el profeta Isaías señala: “Jamás se oyó ni se escuchó, ni ojo vio un Dios, fuera de ti, que hiciera tanto por quien espera en él”. Es un Dios que nos sorprende y desborda. Creemos conocerle, pero Él es imprevisible, creativo y dinámico.


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