Hoy el evangelista nos acerca la figura de Jesús como un pastor que ama, cuida y protege a sus ovejas y las conoce una en una.
La figura del pastor es tierna, acogedora, cercana. Se preocupa por la oveja que se pierde. A la que por avatares de la vida anda descarriada, la busca, le da su tiempo y al final la atrae hacia el rebaño.
Jesús toma como
referencia al pastor que cuando ve en peligro a la oveja, va y le ayuda, no la abandona a su suerte. Quizás nosotros no somos muy conscientes de que Jesús es Buen Pastor, antes la crisis mundial que estamos sufriendo y de forma particular en nuestra tierra porque, como siempre, esperamos que nos vengan a resolver los problemas. Sin embargo, Él como el pastor que ama y quiere a sus ovejas, sabe que Dios nos ha ofrecido un mundo habitable, con lo necesario para todos, pero también nosotros somos corresponsables de que el mundo siga siendo habitable para todos.
Jesús nos llama a todos como supremo Pastor, para que comprendamos que debemos fomentar la hermandad, la unidad, la paz, alejarnos de destruir por destruir o expoliar a los demás para nosotros tener más.
Jesús nos marca el camino a seguir, por donde las ovejas debemos caminar, a pesar de ello, se vuelve y nos nos deja perdidos, quizás deje unos momentos a aquellas que saben a donde van, pero al final reúne al redil completo.
Hace poco hemos celebrado su resurrección, lo hemos visto, hemos creído en Él, ¿seguimos creyendo? ¿Seremos capaces de ser pastores en aquellos sitios donde nos encontramos?
La figura del pastor es tierna, acogedora, cercana. Se preocupa por la oveja que se pierde. A la que por avatares de la vida anda descarriada, la busca, le da su tiempo y al final la atrae hacia el rebaño.
Jesús toma como
referencia al pastor que cuando ve en peligro a la oveja, va y le ayuda, no la abandona a su suerte. Quizás nosotros no somos muy conscientes de que Jesús es Buen Pastor, antes la crisis mundial que estamos sufriendo y de forma particular en nuestra tierra porque, como siempre, esperamos que nos vengan a resolver los problemas. Sin embargo, Él como el pastor que ama y quiere a sus ovejas, sabe que Dios nos ha ofrecido un mundo habitable, con lo necesario para todos, pero también nosotros somos corresponsables de que el mundo siga siendo habitable para todos.
Jesús nos llama a todos como supremo Pastor, para que comprendamos que debemos fomentar la hermandad, la unidad, la paz, alejarnos de destruir por destruir o expoliar a los demás para nosotros tener más.
Jesús nos marca el camino a seguir, por donde las ovejas debemos caminar, a pesar de ello, se vuelve y nos nos deja perdidos, quizás deje unos momentos a aquellas que saben a donde van, pero al final reúne al redil completo.
Hace poco hemos celebrado su resurrección, lo hemos visto, hemos creído en Él, ¿seguimos creyendo? ¿Seremos capaces de ser pastores en aquellos sitios donde nos encontramos?
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