Buenos días compañeros y compañeras de infantil y primaria.
Comenzamos la segunda semana de cuaresma, tiempo en que nos estamos preparando para la celebración de la Pascua, tiempo de conversión y preparación.
La semana pasada veíamos que a veces somos árboles secos, cuando nos dejamos atacar por gusanitos y veíamos que no nos gusta ser árboles secos, que preferimos ser árboles llenos de vida.
¿Cómo lo podríamos lograr? Debemos poco a poco comportarnos mejor cada día. Así nos iremos transformando poco a poco en árboles llenos de vida: de hojas, de flores, de frutos, de pájaros, de mariposas. A eso le llamamos "convertirse". Esto iremos consiguiendo a lo largo de las semanas de la Cuaresma.
Lo primero que debe recuperar de nuestro árbol son las HOJAS...Sin ellas no puede respirar ni tomar el sol...
Para conseguir esas hojas debemos dejar de ser envidiosos, orgullosos, presumidos y caprichosos… aceptándonos como somos sin estar pendiente siempre de lo que tienen los demás. Tenemos que valorar todo lo que tenemos ya que todos tenemos cosas muy buenas. Vivamos sin pensar que, para ser feliz y estar contento, uno necesita todas las cosas que tienen los demás.
Las hojas de árbol son las cosas o cualidades buenas que tenemos y de las que queremos dar gracias a Jesús.
Gracias, amigo Jesús porque a mi árbol seco hoy le han brotado las hojas. Yo quiero darte gracias por las cosas buenas que tengo: por mis papás y mis hermanos, por mi casa y mis juguetes, por mi colegio y mis compañeros. Ayúdame a no tener nunca envidia de los demás y a ser feliz con lo que tengo.
Ahora rezamos el padrenuestro para que Jesús nos ayude a que cuando llegue el final de la Cuaresma seamos un árbol hermoso y lleno de vida.
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