¡Buenos días a todos! Hoy queremos reflexionar un poco con vosotros, pensando en un objeto de nuestra vida cotidiana, un objeto que traemos todos los días al colegio, pero que en esta nueva semana que empezamos, queremos que se convierta en algo un poco más especial. Este objeto es la MOCHILA.
Todos venimos con ella al cole por las mañanas, pero además de esta mochila cargada de nuestros libros, cuadernos y materiales, queremos que todos tengáis otra mochila, por eso, vamos a buscar…
Una mochila ni grande ni pequeña, donde quepa lo justo que necesitamos para el viaje.
Una mochila sencilla, con capacidad para albergar todo lo que llevamos en nuestra alma, lo que da sentido a nuestra vida, aquello que nos mueve, que nos invita a avanzar sin cansancio, a caminar con rumbo fijo.
Una mochila resistente, que no se rompa en la adversidad, que pueda acoger nuestra vida y la de los demás.
Una mochila con departamentos para poder organizar adecuadamente aquello que llevamos para el viaje, para que no se envuelvan pensamientos, sentimientos, experiencias… donde podamos almacenar de forma rápida lo más urgente en los espacios más cercanos y podamos dejar en un lugar más oculto aquello que necesitaremos solo en determinadas ocasiones.
Una mochila amplia donde podamos meter a todos los que viajan con nosotros, que no se quede ninguno fuera pues sin ellos nuestro camino no tiene el mismo sentido.
Una mochila sin candados que aten, que nos permitan ser libres, llevar, traer, sacar,… que no aprisione nuestro corazón y que nos permita ser tal cual somos.
Una mochila con buenas y resistentes agarraderas para poder llevarla donde la necesitemos, donde nos necesiten. Con ruedas que, en determinados momentos, faciliten su transporte para así centrarnos en el camino sin pararnos a pensar en el peso que llevamos, en el contenido de su carga.
Una mochila bonita, alegre… que produzca una sonrisa en aquellos que la miren, en aquellos que nos miren desde dentro porque valoran nuestro camino, porque dan sentido también al suyo.
Una mochila con un único contenido: Dios. La razón de nuestra existencia.
Dios manifestado en cada una de las cosas que contiene, el motivo profundo de nuestro viaje.
Queremos compartir nuestra mochila con todos aquellos que hacéis de ella un canto de alabanza a la amistad, a la solidaridad, al Amor verdadero.
Una mochila sin viaje de poco sirve, un viaje sin mochila sería absurdo porque carecería de sentido… y este viaje, ¿os habéis dado cuenta?, ¡es nuestra vida!
Estemos donde estemos, hagamos lo que hagamos, la mochila debe venir con nosotros porque da sentido a nuestra existencia y debemos compartirla con todos los que viven con nosotros.
Para conseguir conservar esta valiosa mochila a lo largo de nuestra vida, vamos a pedir hoy a Dios, que nos acompañe en ella.
Padre Nuestro…
¡Buena semana para todos!
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